Viernes 5 de agosto
“Por encima de todas las cosas cuida tu corazón porque de el mana la vida”
Prov:4:23
Un versículo muy conocido, pero vale la pena volver a rebuscar un poquito más en cuanto a la enseñanza que nos puede dejar y es interesante como nos provee de principios valiosos que valen la pena recordad para nuestro vivir. La palabra corazón utilizada en este versículo no se refiere simplemente al órgano principal del cuerpo humano, si no que cuando nos menciona corazón se esta refiriendo a donde se alojan ideas, emociones, y pensamientos.
Es de donde salen las cosas y las cosas malas, es lo que puede contaminar al hombre. Somos lo que pensamos y actuamos lo que pensamos. Si quieres cambiar tus resultados, cambia tus acciones, si quieres cambiar tus acciones, cambia tus pensamientos, y si quieres cambiar tus pensamientos, guarda tu corazón. Nada puede salir sin antes haber entrando, por tal cuida de que no entren a ti pensamientos equivocados. A veces nos hemos acostumbrado o rendido ante pensamientos que no son sanos para nuestra mente y corazón. No debemos entregar nuestro corazón a alguien sin antes habernos tomado el tiempo para conocer el corazón de la otra persona, no debemos dañar el corazón de los demás, hiriéndolos porque asi se llena de malos sentimientos.
Para guardar nuestro corazón, debemos orar a Dios para que sea El, el que te lo permita, debemos buscar ayuda de las personas adecuadas, no contarle nuestras cosas a todo el mundo ya que a pocos le interesa y al resto les gusta solo enterarse, debemos saber escoger nuestras amistades muy bien. Nosotros también podemos cuidar el corazón de otras personas ya que si lo vemos en algo que no es correcto o con las personas incorrectas, podemos aconsejar a esa persona y hacerle ver que lo que esta haciendo no esta bien. No dejes que tu corazón se contamine con malos deseos, malos pensamientos y malos sentimientos, ni contamines el corazón de las demás personas haciéndoles daño ya que un corazón llenos de rencor y odio o mas bien un corazón contaminado no entra al reino de los cielos y un corazón puro tendrá lugar aquí, allá y en cualquier lugar.
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